Están de moda las redes sociales. No es algo nuevo, así llevamos desde hace unos cuantos años. Lo normal es que uno tenga perfiles en al menos, 4 o 5 redes sociales y, además, pretenda llevarlas al día con actualizaciones. Para simplificarnos este trabajo es normal vincular redes sociales entre sí para que las publicaciones de una se reflejen en la otra. Algo que debería realizarse con moderación, como el consumo de alcohol.
Facebook y Twitter son las redes sociales más populares y cada vez está más extendido la vinculación entre una y otra porque son las propias redes las que te lo permiten, al fin y al cabo les sirve para hacerse publicidad. Pero Facebook y Twitter son tremendamente diferentes entre sí en el uso, aunque últimamente parezca lo contrario.
Son muchas las diferencias entre Facebook y Twitter:
– Seguidores distintos.
– Extensión de post distintos.
– Lenguajes de publicación diferentes.
– Sentido del humor distinto.
– Frecuencias de publicación diferente.
– Tratamiento de imagen y dimensiones desiguales.
Resulta odioso para cualquier usuario de Twitter encontrar publicaciones cortadas y con un enlace a Facebook. Demuestra la poca consideración de ese usuario hacia el lenguaje de Twitter en el que la extensión del mensaje limitado a 140 caracteres es algo primordial.
En el lado opuesto ocurre exactamente lo mismo. Las citas de Twitter en Facebook no tienen sentido y los hashtags se usan de una forma muy diferente, a pesar de que Facebook lo implementó hace un tiempo, son pocos usarios los que los usan.
Cada red social tiene una forma de uso diferenciado y si no tienes tiempo para actualizar una red, lo mejor es no estar en ella. Y no solo hablamos a nivel personal, las empresas nunca nunca deberían automatizar una red social, nos gustan las personas y no los robots y siempre será mejor el mensaje generado por una persona. Aún así, existen programas de automatización bastantes buenos en los que se pueden vincular redes de forma condicional, por ejemplo, solo publicar en Facebook un tweet que se haya generado con un determinado hasgtag, #FB por ejemplo. De esto ya hablaremos en otra ocasión, pero por ahora lo mejor que podéis hacer es no vincular las redes sociales, por respeto hacia vuestros seguidores.